Avanzado el periodo de alarma en Canarias y próxima la desescalada en nuestra Comunidad Autónoma, dado que los resultados epidemiológicos son mejores que en otras CCAA , sobre todo por el carácter isleño de nuestro territorio y el cierre y control de nuestros aeropuertos y puertos, ya se empiezan a escuchar rumores sobre la vuelta a la normalidad de la asistencia sanitaria.
Es de agradecer las características de nuestras Islas porque en cuanto a la gestión hemos sufrido lo mismo que el resto de “héroes” de nuestro País: falta de material de protección en los inicios de la pandemia, ausencia de la realización de test entre el personal, alta contagiosidad de los profesionales, material defectuoso usado bastantes días por los compañeros que están en primera línea, realización a cuentagotas de test y control en esos profesionales, protocolos cambiantes muchas veces ajustados a la falta de material (mascarillas si o no dependiendo de que existieran o no), y falta de empatía en muchas ocasiones con los profesionales que se dedican a la asistencia sanitaria.
Especial problema la finalización de los MIR. Teniendo que recurrir a los Tribunales para que nos dieran la razón en cuanto a su finalización del periodo de formación y que sus contratos tenían que ser de personal adjunto.
También tuvimos que recurrir a la vía judicial ante el Tribunal Supremo para que aceptasen que el Ministerio tiene que velar por la salud de los profesionales sanitarios dándonos las herramientas de protección necesarias.
Todos los que trabajamos en SANIDAD sabemos que esto de “Héroes” es pasajero. Lo aceptamos por parte de los ciudadanos y sus aplausos, dedicados también a otros profesionales de diferentes ámbitos, que han mantenido los servicios esenciales de este País. Pero sabíamos de antemano del quehacer de nuestra clase política, sin distinción de siglas y colores o ideologías, con el personal sanitario. Los recortes que han realizado desde la crisis del 2008 se han evidenciado en esta pandemia. La falta de personal y una gestión de los Recursos Humanos totalmente basada en el recorte y en la inestabilidad laboral han evidenciado que no tenemos una sanidad excelente en España lo que tenemos son profesionales que se han cargado con toda la responsabilidad que conlleva la salud de nuestra población.
Ya se empiezan a oír rumores que después de la pandemia se tendrá que reestructurar todo el sistema sanitario. Algunos van más allá y hablan de tener que realizar cambios en horarios, realización de más tardes sin contar con nadie ni con los derechos laborales que tienen los trabajadores, su conciliación familiar, es decir, volver a lo de siempre con los modos de siempre.
Este escrito lleva un informe jurídico adjunto en el que se establece que las modificaciones de condiciones laborales y las reestructuraciones que quieran realizarse para afrontar la vuelta a la normalidad de la asistencia sanitaria deben tramitarse por los cauces previstos en la legalidad ordinaria. Se tendrán que someter a la negociación colectiva (Mesa Sectorial de Sanidad, Mesa General de Empleados Públicos…) ya que la normativa del EBEP y otras normas que afectan a nuestro colectivo no han sido derogadas y están plenamente vigentes.
No podemos consentir la toma de medidas unilaterales por parte de la Administración. Nuestro Sindicato se pronuncia antes de tener que tomar medidas de presión para hacer prevalecer los derechos laborales que nos asisten.