La Organización Mundial de la Salud elevó el pasado 11 de marzo de 2020 la situación de emergencia de salud pública ocasionada por el COVID-19 a pandemia internacional.

La rapidez en la evolución de los hechos, a escala nacional e internacional, requiere la adopción de medidas inmediatas y eficaces para hacer frente a esta coyuntura dado que las circunstancias extraordinarias que concurren constituyen, sin duda, una crisis sanitaria sin precedentes y de enorme magnitud por el muy elevado número de personas afectadas.

Dicha situación excepcional ha originado la declaración del estado de alarma mediante el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, con objeto de proteger la salud y seguridad de los ciudadanos, contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública, e intensificar las medidas temporales de carácter extraordinario adoptadas con anterioridad por todos los niveles de gobierno para prevenir y contener el virus y mitigar el impacto sanitario, social y económico.







     (INSTRUCCIÓN NÚM. 9/20)