Esta semana se ha conocido el acuerdo al que se ha llegado desde el Ministerio de Política Territorial y Función Pública para abordar la temporalidad en las administraciones públicas, especialmente dirigido a los interinos. En principio podría asemejarse a una continuación de la macroOPE 2016/18 que venía para dar solución a todos los problemas de temporalidad del Sistema Nacional de Salud y reducir la tasa hasta situarla por debajo de un 8%, objetivos que no se han cumplido. De hecho, no se han concluido las citadas OPE en la mayoría de las comunidades autónomas, existen índices todavía más elevados y muy diferentes entre ellas, que alcanzan y superan el 50% en algunos casos. Ahora se plantea un sistema similar pero con vistas a tenerlo finalizado en 2024 sin haber siquiera planteado las ofertas.

El texto también plantea que la fase de concurso alcance un máximo del 40% cuando hay trabajadores que llevan casi 20 años realizando su actividad -se supone que con plenas garantías- y a quienes ahora se les vuelve a pedir que acrediten sus conocimientos con un examen teórico. Señor Iceta, ¿acaso no están demostrándolo día a día? Si no es así, ¿se les está permitiendo realizar una actividad para la que no están preparados? ¿Dónde queda la responsabilidad de la Administración que les tiene contratados?

Quizás convenga recordarle al señor ministro que los médicos en este país son el colectivo que necesita una de las mayores notas de corte para entrar en la carrera de Medicina, que posteriormente tienen que pasar un examen para hacer la especialidad, donde no hay plazas para todos los egresados, que están tutelados durante su formación, donde pasan una  serie de evaluaciones  durante su periodo formativo, y que posteriormente están condenados a realizar un examen sobre conocimientos -me reitero, ampliamente contrastados- para colocarlos en un orden de contratación.

Después de todo esto comprenderá que al colectivo medico no le puede dar una salida similar a la del resto de los funcionarios de Administración Pública, pues la mayoría no reúne en su desarrollo las características citadas previamente. Estos procesos los tienen que desarrollar posteriormente las distintas comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias en sanidad, lo que supone que el desarrollo de las OPE no es igual para todas, con algunas diferencias que son abismales. Por lo tanto, aquí no se puede utilizar el sistema de “café para todos”, pues muchos todavía ni siquiera “han comido”; las necesidades y medidas adoptadas para cubrirlas deben ser diferentes tanto con el resto de funcionarios como entre las distintas autonomías.

En el documento aprobado también se habla de las medidas con los “fijos” del sistema. Me refiero al -o mejor dicho- a los concursos de traslados, dejados al albur de lo que tengan legislado las autonomías. De nuevo, le recuerdo que hay muchas que no lo tienen contemplado como una vinculación obligatoria ante cualquier oposición, y en alguna -por ejemplo en Madrid- llevan años sin convocarse para atención hospitalaria, lo que hace recurrir a los viejos del lugar para que lo cuenten “como una situación histórica” que se dio.

Lo único nuevo que introduce este acuerdo, entonces, es la posibilidad de indemnización, cosa que los estatutarios -mayoría en el Sistema Nacional de Salud- no teníamos.

Con respecto a las modificaciones del EBEP, me complace su disposición a que las interinidades no vayan más allá de tres años de duración, pero le reitero la necesidad de abordar un cambio en el acceso a las plazas del Sistema Nacional de Salud de forma específica para los médicos, dadas sus particularidades en todo su proceso de formación detallado anteriormente.

Señor Iceta, como ya le hemos trasladado, cuando usted quiera estamos dispuestos a explicarle en persona lo referido en líneas generales más arriba y tendemos la mano para buscar soluciones si usted lo considera oportuno. Mientras tanto le reitero: